Un concepto importante y estrechamente ligado a los valores es el de actitud:
Las actitudes son tendencias o disposiciones adquiridas que predisponen a percibir de un modo determinado un objeto, persona, suceso o situacion y actuar consistentemente frente a ello. En esta conducta intervienen componentes relacionados con el carácter, el conocimiento y los sentimientos del individuo. Las actitudes implican juicios evaluativos. Así, cuanto más enraizado esté el valor que se refelja, más consistente será la actitud.
Las actitudes pueden expresarse a través del lenguaje verbal y no verbal (gestos, silencios, no participación,etc) y se transmiten con la intención de que sean recibidas o entendidas por los otros. En este sentido, una actitud es un acto social.
¿Cuál es la diferencia entre actitudes y valores? Los valores son más centrales y estables que las actitudes. Las actitudes reflejan los valores más relevantes que una persona tiene sobre el mundo y sobre sí misma. Es decir, las actitudes son indicadores de los valores que posee un individuo.
Por ejemplo, una persona puede mostrar una actitud favorable hacia el hecho de que un negro y un blanco reciban igual sueldo por el mismo trabajo si están igualmente capacitados; bajo esta actitud se encuentra el valor de la igualdad de las razas o de la no discriminación de la gente debido al color de su piel.
Reflexiona: ¿Con qué frecuencia en tu vida diaria enfrentas conlictos de valores? ¿De que tipo? ¿Cómo los resuelves? ¿Sientes la necesidad de una orientación o un apoyo al respecto? ¿A quienes recurres para solicitar consejo? ¿Qué tanto te ha formado en valores la escuela?.
Elaboró (Mena Neri José Alberto)
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